La arquitectura y el diseño nos nutren, pulen y moldean (y obviamente su ausencia, no lo hace)
-“¿…y vos que vas a hacer para mejorar el mundo?” -Sus palabras sonaron serias, quizás porque salían de la boca de un hombre con convicciones. Solo atiné a abrir los ojos más grandes de lo normal y pregunté – “¿Qué es el mundo?” – Y aquel hombre que era mi abuelo respondió- “el mundo somos todos y es todo lo que existe y ves. Así que ponete a pensar qué vas a hacer vos para ayudar a mejorarlo y que todos mejoremos al vivirlo”- Se fue a seguir su tarea, y yo me quedé pensando en silencio. Tenía en ese entonces solo cuatro años, y aún ni siquiera lograba atarme bien las zapatillas… ¿Qué podría hacer yo por el mundo?
Cuando hablamos del Mundo con mayúscula hablamos de nosotros. Y hablar de nosotros es hablar de la cultura de la que somos parte. Nos referimos al conjunto de bienes o elementos de una comunidad. Algunos tangibles y otros intangibles (como las leyes y las creencias). Pero que en grupo encarnan en nosotros una visión particular del mundo. De tal forma, que cualquier cambio en alguno de sus elementos, modifica al todo y dicha cultura y su mundo varían.
Por esta razón, los aspectos tangibles que forman parte, como el diseño y la arquitectura, si se usan como herramientas, pueden convertirse en un medio real para reforzar o incluso modificar la visión de una comunidad. La frase “la arquitectura y el diseño hacen a la cultura de un pueblo” es cierta. En realidad ambos reflejan y construyen nuestra cultura.
Todo lo que nos rodea ha sido creado. Circunstancialmente, caprichosamente, por repetición, o a partir del estudio y del diseño. Nuestra mundo material se manifiesta desde en un objeto hasta en las grandes ciudades. Siendo siempre un factor determinante en nuestro desarrollo vital. El entorno construido nos acompaña desde que nacemos hasta nuestro último día.
El diseño y la arquitectura no solo hacen cosas bonitas. Ni simplemente contribuyen a la calidad de los objetos y espacios que generan. Ni solo fomentan la funcionalidad e innovación agregando valor a lo material. Sino que incorporan en cada creación valores de uso, valores simbólicos, formas en que las personas se relacionan entre sí. En efecto, ambas disciplinas son un valor constitutivo y no un valor agregado. Todos creen que los diseñadores trabajan en encontrar una idea que funcione, que tenga cierta estética, para luego plasmarla de manera eficiente. O que los arquitectos crean espacios que den cobijo y que sean lindos y funcionales. Pues nuestro trabajo no es solo eso. Es potencialmente, si es bien utilizada, una forma de mejorar la sociedad.
Si bien existe la Cultura del Diseño, un campo académico que estudia las circunstancias en las que se desarrolla , circula y se utiliza, la mayoría de las personas siguen viendo al diseño y la arquitectura, y a quienes nos dedicamos a ello, como algo prescindible en su vida diaria. Lo, y nos miran, sin la profundidad que lo amerita. Incluso a veces lo relacionan con una marca de éxito o como un rasgo distintivo de una clase acomodada. Desconociendo el poder de influencia que tienen. Un valor troncal, no cosmético.
Los diseñadores y los arquitectos, a través de nuestras creaciones, creamos realidades culturales a través de proyectar un buen plan.
Al rato volvió y me preguntó – “¿ya hiciste un plan para mejorar el mundo?” Después de escuchar mis ideas, una más fantasiosa que la otra, riendo me dijo “ puede ser… pero yo tengo un plan mejor, agarrá tu palita y tu regadera que nos vamos”- Yo pensé que nos iríamos a recorrer el mundo, pero solo llegamos al jardín del frente de la casa…
El diseño y la arquitectura como estrategia
La arquitectura y el diseño marcan y establecen caminos, hechos e ideas. Han sido medios políticos, y religiosos, y hasta comerciales y económicos a lo largo de la historia de la humanidad. Algunos humildes pueden cambiar una fachada, otros el mundo entero. Lamentablemente son pocas las veces que se trabaja con ellos para fomentar la cultura de un pueblo. Para cambiar la visión del mundo. Sí se suelen cubrir baches sociales con ellas, basta pensar en los arquitectos sin fronteras, en la vivienda social, en la provisión de servicios elementales tal como el agua potable. Pero no como estrategia cultural. Y ambas disciplinas cultivan y educan. Transforman. Son cultura en movimiento, que generan a su vez cultura. Deberían formar parte del discurso político del desarrollo, tal como hoy la ecología lo es.
Así como sucede con la lengua de una sociedad, la arquitectura y el diseño emiten mensajes que buscan que el usuario se relacione con el entorno de distintas formas, modificando sus hábitos, aprendiendo de normas, corrigiendo su forma de comer, cuidando su salud, potenciando su desarrollo, entre muchas otras cosas. Lo cierto es que el entorno siempre nos influye, y un plan efectivo de diseño y arquitectura puede lograr que lo haga positivamente. Y cuando lo hace y la comunidad lo absorbe, con el tiempo sucede que los significados y las implicancias que estos traen con sus creaciones, ingresan a la memoria colectiva y cultural de dicha sociedad. Finalmente esto marcará el camino a seguir no solo para estos individuos sino para los próximos. Generando un cambio en el tiempo, que puede haber comenzado con un gesto aparentemente insignificante. Ya lo ha dicho el diseñador Robert Peters: “El diseño es capaz de crear cultura la cual moldea valores y los valores definen el futuro”
Había comprado un centenar de flores de colores… - “ A ver cómo las ponemos…” Después de un rato de jugar a ordenarlas en distintas composiciones de alturas y colores las plantamos y fue cuando me dijo -“ El que venga caminando de esa esquina tendrá esta vista cuando llegue acá. Se sorprenderá, se alegrará y quien te dice no pone una flor en su jardín. Lo mismo sucederá para el que venga de la otra esquina… ¿ves cómo se puede ayudar a mejorar el mundo?” Y ese día entendí todo. Un Recuerdo de mi Infancia
El compromiso
El punto es que poner en valor a la arquitectura y el diseño es tarea de las políticas de los gobiernos por un lado y también de la propia, principalmente de quienes sabemos de diseño. Todos debemos asumir un rol consciente en la construcción de la cultura material que nos rodea.
Para ello debemos ser capaces de crear un discurso que permita instalar el valor del diseño en nuestras comunidades. Debe haber un compromiso con la promoción de diseño y la formación de las nuevas generaciones. Entendiendo que ambas disciplinas son transversales en nuestra marcha diaria, y por dicha razón, utilizadas correctamente permitirán el desarrollo de cualquier persona, mejorando las condiciones individuales y grupales de la vida.
Por otro lado, incorporar al diseño y la arquitectura en el temario diario también es un cambio cultural y muchas veces no se produce de forma natural. Es allí donde, diseñadores y arquitectos desde nuestro lugar, también debemos actuar.
¿Por dónde empezar?
La postura de cada diseñador y arquitecto y su plan de acción es una decisión personal. Algunos trabajan activamente en su región o ciudad. Otros promocionan a ambas disciplinas como herramientas útiles.
Desde Activo Design, siempre transitamos ambos caminos. Por un lado aportamos información útil que lo hacemos mediante este blog, y por otro lado brindamos en nuestra región, desafíos o retos gratuitos individuales y grupales, experiencias espaciales sobre las temáticas que manejamos, buscando despertar consciencia. A nivel regional además, ofrecemos nuestros servicios profesionales con un plan especial “Compromiso Local” bajo la óptica “si quieres cambiar el mundo, comienza por tu sitio¨, con precios especiales para fomentar el cambio en nuestro lugar de origen.
Este es nuestro compromiso.
Este es nuestro aporte profesional a la sociedad.
