domingo, 21 de febrero de 2021

DEMENCIA, ALZHEIMER, DISEÑO Y ARQUITECTURA ANGELADA


Los ángeles tienen un lugar privilegiado en el corazón del ser humano. Esto ocurre desde tiempos inmemoriales, teniendo presencia en distintas religiones. Su nombre “ángel” proviene del griego “angelos”, que significa "mensajero”, y se los reconoce como seres espirituales que actúan como intermediarios, entre Dios y los hombres. Sin embargo, estos seres venerados por los distintos credos suelen intervenir en un sinfín de propósitos que van más allá de entregar recados. Pueden enseñar u ordenar a las personas en su camino, aportar fuerza a los débiles y consuelo a lo que sufren, resguardando a quienes los necesitan. Rodean al hombre protegiéndolo y ayudándolo, e incluso, nos prestan sus alas.

Tal como ellos, la arquitectura y el diseño también “comunican y entregan mensajes”, y eso ha hecho de ambas disciplinas un instrumento, por ejemplo,  para el mundo comercial y empresarial, pues ayudan a vender “intermediando”. Pero también cumplen otros papeles en el mundo de los hombres, quizás más “angelados”. Esto ocurre cuando son una herramienta por ejemplo para contener situaciones como el caso de las demencias corticales, donde el ser humano realmente necesita de “amparo, y de algo que medie por él”. 

Existe el Diseño especializado, y la Arquitectura Angelada, que tal como los ángeles, desempeñan un abanico de propósitos que buscan contener a los hombres cuando atraviesan situaciones  de vulnerabilidad tal como ocurre con los deterioros cognitivos.


Veamos que pueden hacer alguno de estos “ángeles del entorno” por nosotros.

  • Ser instructor y guía-  Lo que le dará al enfermo mayor autonomía


En las demencias corticales, las funciones ejecutivas y el razonamiento se ven afectados. Esto se traduce en problemas para realizar tareas como tomar decisiones o atender a varias cosas al mismo tiempo. Con el avance de la enfermedad incluso se pierde la habilidad para realizar tareas y hay dificultades para priorizar las fases de una acción, como cepillarse los dientes, o como usar un tenedor. Esta alteración de la ejecución se denomina apraxia, y en el caso de la incapacidad de organizar la secuencia de los actos tendentes a un fin, apraxia ideomotora.

La arquitectura y el diseño pueden aportar sus “alas” al enfermo. Y esto se hace trabajando para que todo en el lugar se transforme en listas de instrucciones. La clave es la obviedad. Si por ejemplo tratamos de que un usuario siga cocinando, parte de la cocina deberá tener una gran cartelera o pizarrón, suficientemente amplia para que todo se exprese con detalle al mínimo. Debemos pensar que estas personas han subido a una capsula de tiempo y que pueden olvidar como mover una cuchara en una olla. Aunque surjan problemas de ejecución, las habilidades que aún se mantienen deben fomentarse disminuyendo así su frustración y experimentando la mayor calidad de vida que les es posible.

  • Orientar – También dará al enfermo mayor autonomía y tranquilidad


La desorientación es parte de la enfermedad de la demencia cortical, ya que esta afecta las gnosias (capacidad para reconocer). Se puede dar en dos ámbitos: el tiempo y el espacio. Si hablamos del primero, los enfermos no saben en qué día viven. Si mencionamos la desorientación en el espacio, hablamos de los conflictos visuo-espaciales, de su tendencia a la confusión en los lugares, primero en entornos no familiares y más adelante en entornos cotidianos. Por ejemplo suelen no saber dónde se encuentra el baño o su propia habitación. A su vez, con el avance de la enfermedad se va perdiendo la percepción de la profundidad, incluso pueden aparecer otros trastornos como agnosia visual que dificulta al enfermo interpretar señalizaciones.

El diseño y la Arquitectura Angelada pueden hacer mucho por orientar. Por un lado respecto al tiempo, con elementos que marquen su paso (incluso las estaciones del año o los momentos importantes) y con la existencia de visuales hacia el exterior (para que vean el transitar del mundo), logrando así fomentar luego la consciencia de la cronología de sus actividades cotidianas. Respecto a la desorientación espacial es posible enseñarle o condicionarle determinados recorridos o actividades que lo lleven al mismo. Cada habitación debe ser distinguible, su finalidad debe ser claramente y obviamente identificable. Las referencias deben ser constantes. Se deben diseñar (o readaptar) los recorridos entre las habitaciones, proyectando, en todas las ocasiones que sean posibles, visuales cruzadas y diagonales, tanto entre estancias como con espacios exteriores. Según el  psicólogo Christoph Hölscher  el edificio debe tener un diseño estructurado, simple y con una continuidad visual que se entienda desde que entras en él. Además se debe trabajar el sentimiento de pertenencia, y sufrir pocas modificaciones significativas. De este modo la sensación de amparo y seguridad aumenta, disminuyendo las dificultades de orientación.

  • Rescatar o construir información- Reconstruyendo el mundo propio


Ya mencionamos acerca de cómo la enfermedad afecta la memoria, con sus distintas aristas y en la necesidad de utilizar al espacio como un exocerebro, y como una herramienta para modular la memoria, a través de unir la percepción, la emoción y la memoria.

Pero podemos aun profundizar más en los temas de rescatar o construir información que sea útil o por lo menos generen tranquilidad y confort. Los hombres tenemos la capacidad de recordar e imaginar lugares. Muchos de ellos nos orientan en el mundo, nos hace reconocernos y recordar quiénes somos. La arquitectura y el diseño pueden crear lugares pero también, hacerlos aparecer algo tan extraordinario como algo que haría un ángel. A veces funcionalmente, pero siempre emocionalmente. Objetos, imágenes, aromas, texturas rincones. Pueden recrear paisajes y lugares que nos den calma, pero principalmente que brinden algo del escenario donde podemos sentirnos en un mundo propio, conocido y seguro. Ahora bien, pese a lo dicho el espacio debe presentarse “limpio”, o sea hay que simplificarlo de tal manera que los estímulos que prevalezcan sean los que necesitamos. Esto permitirá que el enfermo pueda concentrarse en ellos, y su atención no se pierda. 

  • Generar la sensación “en casa”-  Trabajando sobre la Pertenencia


Los enfermos con demencia cortical, y sobre todo los que padecen Alzheimer se encuentran en una lucha diaria por mantener su identidad. Es por eso que si logran habitar conservando un sentimiento de pertenencia, alcanzarán mayor calidad de vida. Puede parecer algo superfluo, pero no lo es, prueba de ello es la pérdida mayor de la autonomía y el aumento en el deterioro cuando la persona enferma cambia su entorno hogareño por el institucional de carácter nuevo para ellos.

La arquitectura y el diseño deben trabajar fuertemente en desarrollar el sentimiento de pertenencia remarcando su memoria, su historia, sus experiencias y recuerdos, utilizando para ello elementos técnicos y compositivos que nos proporcionan estas disciplinas para generarle emociones y comodidad. Los espacios deben sentirse como santuarios personales, y de este modo abrazar al enfermo con sus alas.

  • Cuidar, Generando espacios seguros- La Seguridad


Como ya hemos mencionado, la capacidad ejecutiva, de razonamiento son afectadas en las demencias corticales, y ésto puede ser perjudicial para la seguridad del enfermo que puede no darse cuenta de las consecuencias de sus acciones o ser consciente de los riesgos. 

Para ello, la arquitectura y el diseño, desde su papel angelado, deben generar un entorno que disminuya el peligro y que pueda adaptarse para mantener, en la medida de lo posible, la autonomía del enfermo. Permitiendo a su vez, la vigilancia de parte de los acompañantes, despejando la línea de visión de obstáculos, lo que a su vez facilitará la orientación de la persona con demencia. Esto debe ocurrir en espacios interiores como exteriores, poniendo énfasis en los accesos. Se puede incluir nuevas tecnologías para la asistencia, como cámaras y demás que permiten anticiparse al enfermo.

  • Regular la luz- Mejorando la calidad de vida


En el 2008, el Instituto de Neurociencias de los Países Bajos realizó ciertos estudios sobre las demencias y la iluminación, llegando a la conclusión de que los enfermos que residían en espacios mejor iluminados tenían un 5% menos de pérdida de capacidad cognitiva y había un 19% menos de casos de depresión. Esto se condice con los principios de la neuroarquitectura que marca que los pacientes en general mejoran sus capacidades cognitivas subiendo la potencia de la luz y que logran más rápido recuperarse de sus dolencias si tienen vistas a un espacio verde.

Para eso se debe controlar la luz natural, aprovechándola lo máximo posible, pero de forma indirecta para evitar deslumbramientos regulando persianas y luminarias según las horas del día. Por otro lado ofrecer una correcta luz artificial uniforme,  graduando la intensidad y tipo de iluminación según tareas. De este modo, el “ángel del entorno” traerá la luz necesaria. 

  • Brindar sensaciones táctiles –el mundo material sin confusión


Se conocen en términos generales lo que el reconocimiento táctil puede hacer por nosotros. De hecho los no videntes utilizan en parte este medio para desenvolverse en el mundo. La experiencia táctil puede ser de gran ayuda también para la orientación en este caso además de generar amables sensaciones. Para ello basta una correcta selección de determinados materiales con acabados contrastados y fácilmente reconocibles, un simple diseño angelado que puede pasar desapercibido tal como un ángel pero cuya presencia puede modificar la diaria.

  • Ofrecer control y acondicionamiento acústico- Uso del sonido y silencio para estimular correctamente la mente


Todos conocemos el poder de los sonidos. La música es capaz de generar fuertes reacciones emocionales. En pacientes con demencia cortical se la utiliza en algunos tratamientos y ejercicios para mejorar la recuperación de recuerdos autobiográficos, y para facilitar el aprendizaje de material verbal (poesías, etc.) Por ello se la conoce como una herramienta para modular la memoria, algo que pareciese predestinado ya que todos los ángeles tienen una relación estrecha con la música. Los estudios muestran que esta disciplina o arte basado en los sonidos, presentado luego de imágenes o palabras, mejora el posterior recuerdo de ese material. Actuando como modulador de los recuerdos. Generalmente cumple mayormente su papel la música rápida y rítmica.

En este caso arquitectura y diseño deben proveer de la acústica adecuada para esos momentos de fijar ideas, y a la vez controlar el ruido en exceso, utilizando determinados materiales en las habitaciones que absorban los sonidos contaminantes, pues el no descanso es no positivo para las demencias. Además hay que considerar que un buen acondicionamiento permite claridad en las voces y eso frente a personas con deterioro en los sentidos, puede ayudar a que el espacio no sea un obstáculo más para el auto encierro que generará más desconexión. Por eso también es bueno que exista en el planteo espacios que permitan el contacto visual para apoyar el vínculo auditivo y así facilitar la comunicación.

  • Controlar la situación térmica. Controlar ánimo y ansiedad


El control térmico es siempre importante, pero debido a la posible sensibilidad térmica de los pacientes con demencia, debe existir un correcto planteo del mismo, teniendo en cuenta las necesidades específicas de cada usuario. Este confort condiciona en gran medida, según estudios, el estado de ánimo y la ansiedad de estos pacientes. Se trata de que las alas den la calidez necesaria.

  • Ofrecer el descanso correcto


Además del control del sonido necesario para el descanso, debemos tener en cuenta que el comportamiento y o desestabilización de alguien con demencia generalmente empeora por la noche. Por dicha razón desde el espacio debe fomentarse rituales previos a ir a la cama que tranquilicen, tal como lo haría un buen ángel.  Además considerar luces que puedan mantenerse prendidas en el dormitorio, pasillo y baño para evitar la desorientación.

  • Control de síntomas conductuales y psicológicos. Controlar el estrés

Las personas con demencia, además de deterioro cognitivo, pueden presentar síntomas conductuales y psicológicos asociados a demencia (SCPD) como alteraciones de la personalidad, conducta, humor y sueño. La presencia e intensidad de los mismos aumenta cuando se encuentran ante una situación estresante. 

Uno de los síntomas conductuales más habituales es la deambulación, es decir, caminar constantemente sin dirigirse a un sitio en particular, especialmente cuando se encuentran muy perdidos, alterados o nerviosos. Pudiendo ser esto muy peligroso, más si logran salir del espacio o casa donde se hallen. Para ello el diseño y la arquitectura alada deben proveer caminos interiores y a la intemperie seguros, evitando la salida  al exterior o a lugares peligrosos. Esto puede lograrse dándole al asistente visión de los recorridos  o con  estrategias como disimular las puertas de manera que parezcan parte de la pared. Estarían de este modo camufladas, no invitando a ser traspasadas

  • Ofrecer libertad- El  No encierro

La neuroarquitectura asegura que el entorno natural completa el mundo construido, ayudando a bajar el estrés, y en caso de personas enfermas, colaborando en el proceso terapéutico. Por dicha razón, si bien lo ideal sería tener acceso a un jardín para poder pasear, por lo menos deben existir aberturas hacia un exterior dinámico y lo más natural posible.  Si este es de la propiedad, hay que diseñarlo para que se vea armónico, que no haya sensación de amenaza. Que parezca un sitio custodiado por ángeles y no carcelario.  Los muros pueden ser disfrazados como pantallas verdes, incluso hortícolas o con plantas que atraigan mariposas y pájaros para hacerlo más vivo.

  • Influir sobre la alimentación

La alimentación siempre es clave en nuestra vida, y debe ser correctamente estimulada. No solo comemos con el gusto lo hacemos con todos los sentidos, incluso con el recuerdo presente y la imaginación. Además quien cocina come desde antes. La preparación ya es un buen prólogo donde se va despertando el interés y el gusto en nuestro cuerpo. Lo mismo ocurre cuando una buena previa sucede ante nosotros. En este tema, la tarea de quienes proyectamos es crucial, como lo hemos explicado en nuestra nota anterior “La arquitectura y el diseño puede influir en nuestra forma de comer”. Pero en el caso de las demencias y la alimentación, es aún más fundamental. Muchos enfermos comienzan a no alimentarse correctamente, provocando esto más problemas de salud. La cuestión está en que el deterioro cognitivo va afectando la percepción. Y el deterioro en el gusto y el olfato es contraproducente a la hora de estimular la alimentación. Entonces se genera  un ciclo negativo, pues seguir una buena dieta planteada  a medida por nutricionistas da pelea justamente contra el deterioro, y esta situación lo estaría obstaculizando. Entonces aquí hay dos vías a trabajar. De la primera resulta la estimulación de los sentidos en el espacio. El olfato y el gusto deben ejercitarse, tal como la vista, el tacto, y el oído. Y por otro lado, debe diseñarse cada sitio para influir en el comer, tal como lo hemos visto en nuestra nota anterior.  Por último no hay que olvidar que en fases avanzadas la deglución puede ser un problema más a enfrentar. Por ende cada pequeña ayuda que podamos brindar desde el diseño y la arquitectura angelada en términos del cocinar y del comer, no deben escatimarse.

  • Mediar en la comunicación e interacción

Las demencias corticales alteran la expresión como la comprensión del lenguaje oral y escrito.  Por lo tanto el diseño de espacios debe tener en cuenta estas dificultades. Para ello antes hay que considerar que tipo de alteraciones existen en el paciente, ya que cada tipo de demencia tiene las propias asociadas. Por ejemplo es común en el Alzheimer la  incapacidad para recordar los nombres de objetos conocidos y cotidianos (anomia), mientras que en la frontotemporal suele aparecer un lenguaje estereotipado e incluso incapacidad de hablar (mutismo). La arquitectura y el diseño pueden “mediar” siendo mensajeros tal como los ángeles, ofreciendo soluciones, como señalizaciones, aunque  en fases avanzadas quizá no sean capaces de leer o comprender estas señales y haya que echar mano a otros instrumentos.

ALDEA DE HOGEWEYK  Una propuesta de salud en Holanda custodiada por “ángeles del entorno”

En 1992, los arquitectos Molenaar & Bol y Van Dillen crearon a unos 20 kilómetros de Ámsterdam en una hectárea, un centro de salud único a modo de  pequeña aldea típica holandesa, para enfermos de Alzheimer. Está conformado por una serie de edificios (unidades de viviendas y servicios), y espacios abiertos organizados por zonas, donde los residentes pueden desarrollar sus vidas con la mayor normalidad posible. Hay 7 tipologías de viviendas que reflejan estilos  de vida diferentes: Goois (clase alta), hogareño, urbano, cristiano, artesano, indonesio y cultural. Conviviendo en cada unidad de vivienda un máximo de siete residentes con intereses y antecedentes similares, siendo el diseño de la misma orientado al estilo de vida que tuvieron anteriormente. Si bien la base es la misma, cada una tiene seis o siete dormitorios, dos baños, una cocina, una sala de estar, y una habitación de ocupación compartida, existen diferencias según el estilo. Por ejemplo, los indonesios al disfrutar más de la vida en comunidad, tienen espacios comunes más amplios. 

Todos los residentes manejan sus propios hogares junto con un equipo constante de miembros del personal calificado vestido según cada rol (por ejemplo en las unidades de clase alta visten de mucamos), uno por unidad. El lavado, cocina, etc. se realizan todos los días en todas las casas para que no pierdan la cotidianidad. El espacio público también está sumamente diseñado, donde se puede socializar y realizar una vida en comunidad, pero siempre permaneciendo en un ambiente “angelado” y protegido. Posee distintas zonas y su disposición  permite que el residente pueda pasear libremente, pero sin llegar a perderse. Caminar, pasear en bicicleta por el pueblo, incluso ir al supermercado o la cafetería, tal como lo harían en el mundo normal. Esta zona está atendida por "aldeanos" que son enfermeras geriátricas y especialistas. Un ejemplo único que pone a la arquitectura y diseño y sus herramientas “angeladas” antes mencionadas a prueba. Y lo cierto es que a diferencia de los geriátricos clásicos, los enfermos aquí son más activos, necesitan de menos medicamentos, y los deterioros cognitivos suceden más lentamente.


El diseño y la arquitectura angelada pueden hacer mucho por las demencias. Tal como los ángeles, pueden desempeñar un papel activo en la vida del hombre. Entregando mensajes, aportando fuerza a los débiles y consuelo a los que sufren, pero sobretodo mejorando la autonomía  y reeducando el comportamiento en aquellos ámbitos en los que todavía sea posible. Y sobre todo creando espacios propios y brindando a los enfermos sus propias alas para que puedan seguir la travesía de la vida.


Solana Gorczynski
Arquitecta

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