domingo, 21 de marzo de 2021

LA CUEVA DEL NIÑO Reglas o principios para generar el dormitorio o espacio propio de tu hijo

 



Todos necesitamos de un espacio propio, y más si estamos en una etapa de desarrollo. Este espacio actúa como una burbuja de contención que nos permite crecer sumando las herramientas que necesitamos de una manera progresiva y a salvo.
El espacio propio del niño, generalmente  resulta el dormitorio, que a diferencia de otros de la casa, suele ser un espacio con múltiples funciones: juego, estudio, descanso, sala de reuniones, vestidor, incluso sitio de penitencias.  Y por sobre todo cueva.

No hablamos de que se abra un hueco en la pared, o se utilice el bajo-escalera en caso de tener una. La cueva para tu hijo se trata de otra cosa. De hecho en arquitectura y diseño es habitual hablar de cuevas, lo que ya hemos visto en nuestra nota “Quiero mi Cueva”, en alusión a nuestros refugios primarios, la casa y los espacios propios. Ejemplo de ello, resulta la típica “cueva de hombres” más común en algunos países que en otros, de los que hay diseñadores especializados.
Pero la “cueva de niños” es diferente. Tiene algo de refugio básico, y también algo de magia. De ella, como si fuese galera de un mago, pueden, y deben nacer desde pañuelos de colores hasta un conejo. Así, esconde trucos y misterios, a la vez que es tierra fértil para plantar distintos tipos de semillas.

La planificación de esta cueva depende de varios puntos, entre los cuales debemos considerar la forma de crianza- pedagogía aplicada al diseño, en relación a “que la educación empieza por casa” y que “la habitación resulta el primer eslabón de como un niño se enfrentará al mundo”, tal como ya lo hemos visto en la nota “Dime cómo quieres criar a tu niño y te diré como tiene que ser su habitación o espacio propio”. Sin embargo hoy nos centraremos, en las directrices más generales. No sin antes recordar que todo espacio en arquitectura y diseño, donde hay un desarrollo progresivo (crecimiento), utiliza a éste como un andamiaje socio espacial, que resulta casi una guía útil en el proceso.

Esto significa que además de refugio y magia, la cueva debe ser sostén de desarrollo, que se irá aligerando o transformando a medida que los niños vayan creciendo. Algo similar a cuando los niños comienzan a andar en bicicleta, y a medida que aprenden la ayuda se va retirando, o la bicicleta va cambiando. El cómo se va adaptando lo veremos más adelante, pero es fundamental tener en cuenta que debe ser un sostén desde el inicio. Un puente para que el niño despliegue sus capacidades cognitivas, sensoriales y motoras, talentos, su cerebro tanto creativo como lógico, sus habilidades sociales y valores, y finalmente se reafirme a sí mismo.


Creando la cueva 

Lejos de la idea de una cueva como algo rudimentario, sin iluminación, fría y oscura, la cueva del niño se debe diseñar cumpliendo con sus dos necesidades iniciales: la de refugio y la de ser mágica. Todo esto lo resumiremos en una serie de reglas que puedes seguir para que el dormitorio o espacio propio de tu hijo sea realmente un buen andamio.

La Cueva Refugio

¿Cómo crear una cueva que abrace y cobije a tu niño?

Para lograrlo existen 5 principios

1. Solo si es MATERIALMENTE APTA contendrá a tu hijo. 
Para ello ha de cumplirse con ciertos parámetros.
a. Las Dimensiones: ambientes amplios y con techos altos, reales… o utilizando el arte de modificar las dimensiones a través de la percepción  favorecen el desarrollo, la creatividad del niño y el pensamiento abstracto. Se puede modificar parámetros con la luz, los espejos, el color, los patrones, y otras estrategias de diseño.
b. La organización: espacios en orden y simples. Según la neuroarquitectura y la psicología ambiental cuando los ambientes externos están organizados, la organización interna del niño o niña (y su razonamiento) tiende a fluir más fácilmente también. Además hay que partir de la premisa de que menos es más: demasiados estímulos en un mismo entorno pueden generar confusión, “ensuciando” el desarrollo de la capacidad de toma de decisiones. 
c. Los Materiales y las terminaciones: Cálidos pero resistentes. Que soporte los accidentes de uso, las manchas, el paso y la estadía de los animales de la casa, y el desarrollo de todas las actividades creativas que pueden allí generarse. 
d. El color: expresivo pero sin sobresaturación Un elemento que influye muchísimo en la percepción del espacio y el comportamiento en todos, incluido en los niños. Siendo  el contraste entre los colores la herramienta más efectiva. Es necesario cuidar que no exista un abuso en ello o en cantidad de colores, manteniendo armonía, para no generar una sobre estimulación. 
e. La iluminación: funcional y emocional Por un lado, funcionalmente, estudios muestran una mejora en el aprendizaje y desarrollo de hasta un 20% en espacios correctamente iluminados. Una iluminación artificial deficiente no ayuda al cerebro que debe esforzarse mucho más; influyendo negativamente con un bajo rendimiento. La combinación de una importante fuente de luz natural e iluminación artificial favorece que el niño permanezca activo y concentrado. Por otro lado la luz crea atmósferas especiales: puede generar emociones como la calma, o el momento adecuado para un cuento.
f. Confort: solo así su cuerpo se amoldará Debe considerarse la ergonomía para que el cuerpo se acomode al espacio. Por ejemplo en relación a las sillas, se ha demostrado que, cuando son inadecuadas, perjudican en gran medida la concentración y el desarrollo de  la actividad que se hace sentado.
2. Solo si es FUNCIONAL Y FLEXIBLE  aguantará 
La niñez no es estanca y tampoco lo debe ser el espacio. Todo lo que pueda variar será positivo, desde lugares para observar a distintas alturas el exterior, a  mesas multipropósito o  muebles con ruedas 

3. Solo si es PROPIA lo cobijará 
Es importante la identificación y el sentimiento de pertenencia. Ofrecer modos de interactuar con el espacio resulta vital.  Esta teoría fue definida por el psicólogo estadounidense Abraham Maslow, y adaptada a la neuroarquitectura, considerando la necesidad humana de sentirse parte de un espacio físico para poder desarrollarse en él. Esto se logrará involucrando amablemente al niño a través de los sentidos, generando experiencias visuales, auditivas u olfativas, que le permitan bajar la barrera del miedo y fusionarse con el lugar.  Entre las ventajas de preparar entornos para satisfacer las necesidades está el fortalecimiento de su autoestima. El uso de muebles a su escala y el fácil acceso a elementos de interés (a sus ojos y manos), son pasos importantes a seguir. Al igual que utilizar símbolos y tipografía que puedan identificar. 
4. Solo si es SENSORIAL lo acariciará pero también lo preparará para el mundo

Para ello deben estimularse los sentidos.Éstos no solo son llaves para su desarrollo integral y cognitivo sino que permiten que surjan “las huellas sensoriales” relacionando estímulos con situaciones y emociones. Por ejemplo “la fijación” de un sonido agradable a la hora del relax en la cueva refugio, hará que aun de adulto cuando lo escuche, sienta que puede descansar. Independientemente de ello, la estimulación de cada sentido, puede traer grandes beneficios:  
a. Vista: Una vista armónica fomentará la tranquilidad mental, permitiendo momentos de creatividad, concentración, calma o actividad plena. Para ello el color, la luz, el equilibrio de la disposición y la organización deben ser de la partida, ofreciendo un paisaje artificial atractivo.
a. Tacto: Sentir texturas y temperaturas  es enriquecedor para su desarrollo. Se recomienda diseñar un entorno con texturas accesibles al tacto.
b. Audición: dos parámetros complementarios en los entornos de los niños: música (de calidad) y silencio. Lo ideal es buscar un equilibrio entre el sonido y su ausencia.
c. Olfato: la memoria olfativa es la más fuerte dentro de nuestro campo cerebral. Por lo tanto, si bien siempre es importante pensar en crear "buenas huellas sensoriales", aun lo son más "las del olfato" que generarán la memoria olfativa de los niños. Es interesante elegir un aroma consistente, lo relacionarán por siempre con su refugio de la niñez. Y su utilización en la adultez puede traer a flote la sensación de resguardo y tranquilidad.
d. Gusto: siempre debe haber posibilidades de degustación en el espacio de niños, creando entornos donde presentar algo saludable que se vea apetitoso. Además se debe fomentar el interés por el descubrir sabores.
5. Solo si es SEGURO será refugio 

No debe haber espacio para el miedo real o ficticio. El sitio debe ser amigable y generar confianza. Un buen ambiente preparado debe ser explorable, vivible y modificable según requisitos y edades. Desde la implementación de recursos para el miedo real como protectores de esquinas, sellos para cajones, y mallas para ventanas hasta recursos para el miedo ficticio como una luz de apoyo, o una buena visibilidad para que el niño sienta que controla el lugar.

La Cueva Mágica

¿Cómo hacer una cueva con alas de hada y sombrero de duende?

No estamos hablando de incorporar seres mágicos a la habitación, ni crear una infraestructura de ciencia ficción. En arquitectura y en diseño se dice que cualquier creación que inspire, a la vez que promueva actitudes como por arte de magia, posee alas de hada o sombrero de duende. Esto es lo que se busca en una habitación de niños, cualquiera sea la etapa de la niñez.
Para lograr este cometido bastará que sigas estas 5 reglas:

1. Debe generar CONEXIONES múltiples.  
Consigo mismo y con los demás. No hablamos solo de generar un espacio para la introspección, sino de algo aún más profundo. La neuroarquitectura asegura que en el diseño para un niño debe tenerse en cuenta las posibilidades que presentan sus neuronas espejos y el  papel anticipatorio del cerebro, traduciendo lo que observa a una realidad sensorial-motora. De este modo fomentar la imitación es fundamental para aprender, pero también para generar empatía. Para ello la habitación debe dar lugar a situaciones emocionales y sensoriales de aprendizaje de valores o habilidades para la vida que incluyan a otros, mientras se disfruta la compañía. Se trata de una niñez conectada, en todo sentido.
2. Debe ser PUENTE entre la realidad y la fantasía del niño. 
La utilización de elementos abstractos que el niño pueda convertir en lo que su imaginación propone debe ser de la partida, aumentando así su creatividad. El secreto de un diseño exitoso para niños está en encontrar esa conexión entre la realidad que conocen y su mundo fantástico. 
3. Debe tener RITMO promoviendo el movimiento y el reposo en su justa medida 
Es importante diseñar áreas que impulsan diferente movimiento, limitando el sedentarismo. El Dr. D. Breithecker (del Instituto Federal para el Desarrollo de la Postura y el Ejercicio en Wiesbaden) recomienda que el día se divida de la siguiente manera: 50% sentados / 30% de pie / 20% de movimiento. Es bueno propiciar la zona de descanso pero también distintos puntos de variado ejercicio para que el niño sea activo. Estos puntos deben estar bien marcados funcionalmente.
4. Debe contagiar JUEGOS  ya que lo lúdico  es clave.
El mejor aprendizaje es a través del juego. Rincones que llamen a la acción y a compartir una actividad lúdica deben ser de la partida. Para ello deben plantearse lugares de apoyo, y de guardado, de fácil acceso y organización. No debe desaprovecharse ningún elemento de diseño, todos pueden ser parte de una actividad recreativa.
5. Debe promover SUEÑOS yendo más allá del horizonte 
Es necesario que sean de la partida lugares que permitan pensar en temas diferentes a la realidad (por ejemplo cuentos) o crear  proyectos. Ayudan a crecer superando las barreras sin miedos. 

¿Qué pasa si la cueva es compartida?
Si es compartido, debe armarse de tal forma que cada integrante tenga su micro-cueva en la cueva.  Una zona donde pueda reafirmarse como ser individual, con sus gustos y necesidades. A veces se trata de dividir por paredes, dejando alguna para una actividad compartida como una pequeña zona de estar o un sitio de cuentos.

La cueva puede ser muchas cosas. Galera de mago, nido, o refugio.  Escenarios de realidades y de cuentos. En realidad lo importante es que permita el espacio para que el niño sea, con todos sus potenciales y sueños. Y cada padre debe fomentar que la cueva lo abrace y lo traslade a todos los mundos posibles que le permitan desarrollarse.




Solana Gorczynski
Arquitecta


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2 comentarios:

  1. Super interesante y claro

    Macarena Rojas

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  2. Excelente información tanto la síntesis como la nota. Gracias María José

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